La práctica de actividad física no solo es saludable para el cuerpo: sus efectos benéficos han sido comprobados en personas con desórdenes mentales como depresión y ansiedad.
30 MINUTOS DE EJERCICIO MODERADO (NO NECESARIAMENTE DE UNA VEZ), 3 VECES A LA SEMANA, APORTA BENEFICIOS COMPROBADOS PARA LA SALUD MENTAL
Son bien conocidos los ejercicios mentales que ayudan a mantener sanas las conexiones neuronales y el estado general del cerebro. Estudios recientes realizados en diversas partes del mundo, indican que el tradicional ejercicio físico, aún en forma moderada, conlleva beneficios tangibles para la salud mental.
Un estudio realizado en 2006 por el Centro Médico de la Universidad de Nebraska afirmó que los ejercicios aeróbicos (desde correr y nadar hasta cortar el césped y caminar) reducen la ansiedad, la depresión y hasta el mal humor. Otra investigación, realizada en el Instituto de Salud Mental y Adicción de los Países Bajos, en 2011, encontró que las personas que sufrían algún desorden mental y realizaban ejercicios tenían más probabilidades de recuperación que los pacientes que no practicaban ninguna actividad.
En el mismo sentido, un trabajo realizado por profesionales de la Universidad de Melbourne, Australia, también hallaron una correlación entre la práctica de ejercicio físico y mejoras en personas que sufren de depresión y ansiedad. Incluso se observaron resultados beneficiosos en algunos síntomas de pacientes esquizofrénicos.
Además de estos efectos positivos, la práctica deportiva se recomienda para otros desórdenes mentales, tales como:
Por otra parte, el ejercicio ayuda a mejorar la autoestima, favorece la interacción social, mejora la memoria, promueve la relajación e impulsa la creatividad. Razones más que suficientes para dejar la confortable vida sedentaria, aunque sea por unos pocos minutos cada día.